Sabes que el gran día está a punto de llegar cuando empiezas a soñar con centros de mesa, tu mente repite el itinerario cada noche y el grupo de WhatsApp de la boda echa humo. Todo está preparado, o eso parece. Pero la semana previa al “sí, quiero” es la más decisiva, los nervios se disparan y cualquier pequeño olvido puede convertirse en una anécdota que recordarás… o no.
¿Quieres saber qué hacer antes de la boda para que todo se desarrolle sin estrés excesivo? Después de hablar sobre como organizar una boda en 6 meses, te contamos paso a paso, con consejos realistas y orientados a que no se te escape nada, cómo afrontar ese sprint final. Si estás en la cuenta atrás, sigue leyendo, porque lo que viene puede marcar la diferencia entre una boda con prisas y una celebración vivida con calma.
Una semana antes: planificación, confirmaciones y bienestar
La última semana no es momento para improvisar. Es el punto en el que lo emocional y lo práctico se entrelazan. Aquí es donde entran en juego los preparativos finales de la boda y donde conviene que te sientas que tienes el control sin caer en el agotamiento.
Confirmar asistencia final de invitados
Puede parecer que ya está hecho, pero siempre hay algunos rezagados que no han respondido, bajas de última hora o cambios inesperados. Es el momento de hacer un último repaso de la lista, asegurarte de que todo el mundo sabe dónde, cuándo y cómo llegar, y dar el número final al catering. La organización de la última semana de la boda depende, en parte, de tener claro quién esperas que esté presente en tu gran día.
Revisar pagos pendientes y confirmar horarios con proveedores
Antes de la boda, asegúrate de que no queda ningún pago por hacer ni flecos por resolver. ¿Has abonado la música, la decoración y el fotógrafo? Confirma también con cada proveedor la hora de llegada, los puntos de acceso, y quién será su contacto ese día. Si tienes coordinación de proveedores de boda, esta es su semana clave. Que todo esté hablado y documentado evita malentendidos en el momento menos oportuno.
Últimos ajustes en el protocolo y seating plan
¿Ha cambiado algún invitado de mesa? ¿Hay alguien que ya no viene o alguien nuevo que se incorpora? Esta es la última oportunidad para ajustar los detalles del seating plan y asegurarte de que todo está en orden. Recuerda que incluso en el último minuto puede haber sorpresas, y por eso conviene tenerlo todo en un formato editable para actualizarlo si hiciera falta.
Preparar las maletas para la luna de miel y la noche de bodas
Puede parecer secundario, pero si no quieres terminar haciendo la maleta la madrugada antes del vuelo, empieza con tiempo. Incluye desde pasaportes y documentación hasta esa ropa interior especial para la noche de bodas. No subestimes lo reconfortante que puede ser tenerlo todo listo con antelación. La planificación del día de la boda empieza antes de salir de casa.
Recoger alianzas, vestido, traje y accesorios
No lo dejes para el final y asegúrate de que las alianzas están listas y guardadas en lugar seguro. Verifica que el vestido o el traje están bien ajustados tras las últimas pruebas. Incluye todos los accesorios, zapatos, joyas y complementos. Nada debe quedar pendiente en estos últimos días previos a la boda.
Entregar materiales clave (papelería, detalles, decoraciones)
Todo lo que se vaya a utilizar en la ceremonia o el banquete debe estar ya en el lugar correspondiente. Carteles, menús, regalos para los invitados, elementos decorativos, etc. Entregarlos con antelación es la mejor manera de no ir cargados a última hora y de garantizar que no se olvida nada. Si lo hace tu wedding planner, confirma que tiene todo lo necesario.
Logística del día B: todo debe estar claro
La coordinación es el corazón de un día que pasa en un suspiro. Una buena logística evita retrasos, confusiones y esa sensación de estar todo el día apagando fuegos, cuando lo que deberías estar haciendo es disfrutar de cada momento.
Revisar el timing del día con la wedding planner o persona de apoyo
Haz un repaso del minuto a minuto. Desde el momento en el que te despiertas hasta el primer baile, cada parte del día debe estar definida. Esto no quiere decir que sea rígido, pero tener un plan general te permite anticipar lo que viene. Si tienes ayuda profesional, este es su fuerte. Si no, nombra a alguien de confianza para asumir ese rol.
Coordinar a familia, amigos o proveedores que tengan tareas
Siempre hay alguien que lleva los anillos, otra persona que reparte los conos de arroz o pétalos, o quien se encarga de dar paso a la música. Estas pequeñas tareas pueden parecer menores, pero si no están claras, se generan confusiones. Haz un repaso de quién hace qué y cuándo para tenerlo todo claro y bajo control.
Revisar el transporte y accesos de invitados
Ya sea que lleguen en coche propio, autobús o transporte organizado, confirma los horarios, puntos de recogida y accesos. Avisa si hay restricciones de tráfico en la ruta o zonas con aparcamiento limitado. Un fallo en esto puede causar retrasos importantes y un estrés innecesario.
Preparar un kit de emergencia (cosmética, costura, medicinas)
Un kit de emergencia para la novia, o para ambos, puede ser la salvación ante imprevistos. Incluye tiritas, analgésicos, toallitas, maquillaje para retoques, aguja e hilo, imperdibles y todo aquello que pueda resolver un pequeño desastre de último minuto sin necesidad de entrar en pánico.
Confirmar previsión meteorológica y plan B (si aplica)
Consulta la previsión del tiempo y habla con tu lugar de celebración. Si es una boda al aire libre, asegúrate de que existe un plan B realista. No basta con decir “ya veremos”; es preferible tener una alternativa clara por si acaso.
Bienestar físico y emocional antes del gran día
La boda no es solo un evento, es una experiencia emocional. Por eso, cuidar el cuerpo y la mente durante estos días es casi tan importante como tener listo el plan de asientos para los invitados.
Citas de belleza: peluquería, uñas, depilación
Deja al menos un día de margen entre estas citas y el gran día. No te hagas las uñas la noche antes ni pruebes tratamientos nuevos esa misma semana. En tu rutina previa al gran día, confía en lo que ya sabes que te funciona.
Dormir bien y mantenerse hidratado/a
El cansancio acumulado se nota en la piel y en el estado de ánimo. Duerme todo lo que puedas, bebe agua y evita el café o el alcohol en exceso. Son hábitos simples pero potentes para llegar con buena cara y energía a uno de los días más intensos de tu vida.
Evitar el alcohol y las comidas pesadas
Una celebración anticipada puede terminar en malestar si te pasas. Come ligero, prioriza verduras y frutas, y no experimentes con alimentos nuevos justo esa semana. Tu cuerpo te lo agradecerá cuando todo haya terminado.
Hacer algo relajante: yoga, masaje, paseo o plan en pareja
Dedica tiempo a algo que te conecte contigo. Puede ser una clase de yoga suave, una sesión de masaje o solo dar un paseo tranquilo en pareja sin hablar de la boda. Conectar de nuevo con lo esencial es una excelente forma de gestionar la tensión.
Evitar sobrecargarse: delegar tareas de última hora
No lo intentes hacer todo tú. Si aún quedan detalles por cerrar, pide ayuda. Delegar es un acto de amor propio. Y sí, puede que no todo se haga como tú lo harías, pero tu bienestar importa más que una flor mal colocada o un lazo torcido.
Tips para relajarte antes de la boda
La calma no se improvisa. Hay pequeños rituales que te pueden ayudar a entrar en un estado mental más tranquilo, incluso si todo parece acelerado.
Haz una desconexión digital: redes y WhatsApp fuera por un día
Una de las mejores decisiones que puedes tomar es silenciar el móvil por lo menos durante unas horas, y mucho mejor si es todo el día antes. Las notificaciones generan ansiedad. Si algo es urgente, ya sabrán cómo encontrarte.
Prepara una playlist calmante o motivadora para el día previo
La música tiene un poder terapéutico. Crea una lista que te relaje o que te anime, según lo que necesites. Puede hacerte compañía mientras te arreglas, te duchas o te tomas unos minutos de respiro.
Prueba meditación guiada o ejercicios de respiración
No hace falta ser experto. Hay cientos de audios gratuitos con meditaciones guiadas o ejercicios de respiración que puedes hacer en menos de 10 minutos. Pruébalo y verás cómo notas la diferencia.
Rodéate solo de personas que te transmitan calma
En estos días, selecciona bien tus compañías. Hay personas que tranquilizan y otras que, aunque bien intencionadas, te pueden saturar. Prioriza estar con quien te haga sentir en paz.
Recuerda que todo saldrá bien: lo importante sois vosotros
Parece un cliché, pero es una verdad como un templo. Puedes tener el mejor vestido, el mejor espacio y la mejor música, pero lo único que importa de verdad es que os estáis casando. Lo demás es un simple decorado.
Qué hacer el día antes de la boda
Aquí es cuando ya no hay nada que cambiar. Solo queda disfrutar, revisar lo imprescindible y dejar que os envuelva la experiencia.
Revisar el outfit completo: vestirlo, comprobar comodidad y ajustes
Ponte toda la indumentaria completa: desde la ropa interior hasta los zapatos. Comprueba que no hay nada que te roza o te molesta, que te sientes tú y que puedes moverte con naturalidad. Camina con los zapatos unas horas si no lo has hecho antes.
Hacer un repaso final con el/la wedding planner o persona de confianza
Una última llamada, videollamada o encuentro rápido para asegurar que todo está claro. No es momento de cambios, pero sí de confirmar que todo está bajo control.
Preparar el lugar de la celebración (si aplica)
Si os vais a encargar de decorar vosotros, este es el momento. Hacerlo con tiempo, sin prisas y, si podéis, acompañados de gente que lo disfrute igual que vosotros. No olvidéis convertir este momento en algo especial, no en una carrera contrarreloj.
Disfrutar una cena tranquila o ensayo con personas cercanas
Una cena sin prisas con los más cercanos puede ser la forma perfecta de cerrar esta etapa. Risas, anécdotas y afecto. La emoción ya está en el aire, y es el momento de disfrutarla al máximo.
Dormir pronto y sin distracciones
Aunque te cueste, intenta irte pronto a la cama la noche antes de la boda. Apaga el móvil, la tele y respira hondo. Mañana empieza una nueva etapa y mereces vivirla con todos los sentidos.
Cortal Gran: el espacio que te lo pone fácil para llegar relajado/a al gran día
Todo esto suena maravilloso… si tienes el lugar adecuado. En Cortal Gran, lo sabemos, y por eso cada detalle de nuestro castillo para casarse en Costa Brava está pensado para que la planificación del día de la boda fluya con calma. Queremos que cada pareja llegue a su boda sin cargas ni imprevistos. Porque cuando todo está cuidado con mimo, se nota.